lunes, 2 de mayo de 2016

UNA PÁGINA EN BLANCO


Éramos espigas que maduraban
al sol de la vida,
flores nuevas,
que despertaban
a cielos deslumbrantes,
tras dejar el cobijo
infantil de la inocencia.

Los sueños eran nuestros,
en aquel tiempo
de cuadernos con hojas de promesas,
de páginas en blanco,
de colores brillantes
para pintar los días
de hermosas primaveras.

Éramos casi niños,
y en nuestros ojos
palpitaba el asombro del presente,
las emociones recién descubiertas,
y ese sueño hoy truncado, nunca escrito,
que agonizó en silencio, lentamente,
en la hoja gastada y amarilla
de una vieja libreta.


Consolación González Rico


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