En tres minutos, las claves de esta ficción histórica
En busca de la libertad (pág. 91)
"Los recuerdos se encadenan, lo mismo que las horas, y el beso de
despedida de Manuela le lleva a aquella noche de principios de otoño en la que
embarcarían desde las Vascongadas con destino a la costa francesa. Nadie
hablaba. Sus sombras se cubrían de oscuridad, tan espesa como la zozobra que
aceleraba los latidos de su sangre. Caminaban temblorosos y tambaleantes, entre
las ropas de abrigo y el sudor frío que las ceñía a sus cuerpos. Al amparo de
la negrura, eran bultos de miedo sin rostro ni identidad. Las barcas de
pescadores aguardaban atracadas al abrigo de los acantilados, no lejos del cabo
de Higuer, y ellos descendían despacio, clavando los pies y las manos en las
rocas para no despeñarse.
No era precisamente una noche de luna
llena. Elegida a propósito para arropar la travesía desde Pasajes de San Juan a
Fuenterrabía, en el cielo apuntaba una hoz blanca y afilada, que alumbraba lo
justo para no perder de vista la hilera humana de quienes creían peregrinar
hacia la libertad.
Ricardo recuerda la sensación confusa de
dejarse arrastrar entre las piedras sin más sonido que el ruido de sus pasos”.
La vida que perdimos,
Consolación González Rico
Premium Editorial, 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario