Mi ventana, cuando se me escapan las palabras. Nací en Torrecilla de la Jara, un pueblo que emerge y se hunde entre valles y colinas. Descubrí las letras en una escuela de paredes blancas, y aprendí a rescatar sueños encerrados en un libro sin pastas, que guardaba en sus hojas gastadas la magia de los cuentos de Grimm. Cada día me siento ante el teclado a esperar la visita de las musas rodeada de plantas y luz. Suelen visitarme a la hora del café; creo que les encanta mi pequeño rincón.
jueves, 27 de marzo de 2014
LA OTRA MUERTE
Mueres cuando detienes
tus pasos
y encarcelas palabras,
cuando doblegas
la rodilla a la vida,
cuando dejas que los sueños
se escapen
del cuenco de tus manos,
como se escapa el agua.
Cuando el miedo
paraliza tus brazos
y ahoga las caricias
tanto tiempo guardadas.
Mueres cuando el silencio
y la fatiga
te vacían por dentro,
y el hueco de la ausencia
te llena las entrañas.
Cuando las huellas
de quien tanto amaste
se borran de tu piel
con la lluvia heladora
de la desesperanza.
Mueres cuando el dolor
se hace costumbre,
y de tanto dolerte
ya no duele.
Cuando la soledad
arranca de tu carne
esa espina dorada
que te sangraba dentro,
y ya no sientes nada…
Y una noche cualquiera,
hasta tu almohada blanca,
una lágrima fría,
la última tal vez,
se vierte por tu cara.
Consolación González Rico
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